¿Qué ver en Saint Emilion?

Entre las excursiones que se deben hacer desde Burdeos, debemos decir que la visita a este pueblo medieval es prácticamente una obligación. Son tantos los encantos que ver en Saint Emilion que tenemos la certeza de que el free tour a Saint Emilion te encantará de principio a fin.

Está rodeado de viñedos y cuenta una historia que en muchos tramos se mezcla con leyendas y cuesta descubrir cuál es la parte real. Aquí parece que el tiempo se ha detenido y únicamente se respira calma y la amabilidad de quienes allí residen. Te harán sentir como en casa siempre.

Saint Emilion: Orígenes, evolución y actualidad

Por si no lo sabías, en estas tierras se producen algunos de los mejores vinos del mundo. De hecho, se tiene constancia que para la época de los romanos, esta zona era famosa justamente por sus caldos. No obstante, como tal, el pueblo tiene sus orígenes un poco más adelante, concretamente en la Edad Media.

Según la historia, en el siglo VIII, un monje llamado Émilion que viajaba desde Gran Bretaña llegó hasta Ascumbas, una cueva que fue formada por el mar. El monje se estableció dentro de la cueva y allí pasó los últimos años de su vida alimentando a los más necesitados y según las leyendas, haciendo milagros.

Alrededor de esta cueva se fue estableciendo la comunidad que con el tiempo adoptó el nombre de Saint-Émilion, en honor al monje.

Con el fallecimiento del monje, la antigua cueva se convirtió en lugar de peregrinación por parte de los fieles que querían ver las reliquias. Esto sirvió además que fuera incluido dentro de una de las rutas del Camino de Santiago. Hizo además que varias congregaciones religiosas se establecieran en la zona, construyendo monasterios y conventos.

Entre los siglos IX y XIX, esta localidad fue especialmente famosa por ser productora de piedra caliza. Este era uno de los materiales más apetecidos para las construcciones de la época. De hecho, lo que pocos saben, es que en Saint – Émilion existen más de 200 km de galerías subterráneas. Hoy son utilizadas para guardar y conservar el vino, como en el pasado.

En el siglo XII se construyó la Iglesia Monolítica, una de las joyas arquitectónicas de la zona, además de ser el edificio religioso más importante de la localidad. Un siglo más tarde, en plena Edad Media, fueron construidas las murallas de la ciudad, transformando mucho más a Saint – Emilion.

En la actualidad, este precioso enclave sigue manteniendo ese encanto original, aparte de ser un poderoso productor de vino.

¿Por qué deberías visitar Saint Emilion?

Saint Emilion no es precisamente una localidad de gran tamaño. Al contrario, es bastante pequeña, en comparación con su vecina Burdeos. No obstante, esto no le quita que es un lugar único y encantador en el que sentirás que has viajado en el tiempo, con callejuelas estrechas y empedradas que puedes disfrutar con la guía de Free Walking Tours Bordeaux.

Elementos imperdibles en Saint Emilion

Que su tamaño no te engañe. Puede que no sea una gran metrópolis, pero son muchos los atractivos que esta localidad tiene para conocer y disfrutar. Por supuesto, siempre con una buena copa de vino. Aquí te dejamos una pequeña selección de las cosas que por ninguna razón debes dejar de conocer en Saint Emilion:

Torre del Rey

En francés sería le Tour du Roy. Como su nombre indica, se trata de una enorme torre construida en el siglo XIII en uno de los puntos más altos de la ciudad, justo en el borde de la antigua muralla. Este es el único torreón románico que se mantiene intacto en la ciudad y fue sede del ayuntamiento local hasta 1720.

Justo a los pies de la torre se encuentra un antiguo lavadero, uno de los dos que aún se mantienen en la ciudad.

En la actualidad es posible conocer la torre por dentro e incluso subir hasta su preciosa terraza. Desde aquí podrás obtener una de las mejores vistas de la ciudad. El único detalle es que tendrás que subir 120 escalones.

Logis de Malet

Al estar Saint Emilion en una colina, es fácil distinguir cómo estaba dividida la ciudad en el pasado. La zona baja estaba destinada para los campesinos, mientras que en la parte alta vivían las familias nobles e influyentes.

En una de sus zonas más altas, se encuentra Logis de Malet, una de las edificaciones más famosas del lugar. Fue construida en el siglo XVI sobre los restos de una antigua casona que había sido levantada en 1200.

La construcción pasó a manos de la familia Malet de Roquefort en el siglo XVIII. Ellos se encargaron de hacerle algunas reformas y añadieron caballerizas, jardines, la bodega y un bonito invernadero. En 1879, la propiedad pasó a la administración pública, convirtiéndola en escuela pública.

Colegiata de Saint Emilion

Justo en los alrededores de la Logis de Malet, se encuentra una de las edificaciones más famosas, la Colegiata de Saint Emilion. Perteneciente a la orden de los Agustinos, fue construida entre los siglos XII y XV.

Su construcción original estaba inspirada en el estilo románico, del que aún se mantienen grandes partes, como su impresionante fachada. En el interior también pueden verse muchos detalles góticos. Aquí podrás ver preciosos murales, vitrales y el impresionante órgano de Gabriel Cavaillé – Coll.

Aquí funciona la oficina municipal de turismo. Además, podrás visitar el antiguo claustro con un impresionante jardín central que, según los expertos, representa el jardín del edén.

Plaza du Clocher

Frente a la oficina de turismo, está la Place du Clocher, en español la plaza del campanario. Como su nombre lo indica, este es un campanario que sirve a la impresionante iglesia monolítica. Podrás subir hasta el balcón superior tras pisar 196 escalones, aunque las vistas bien merecen la pena.

El campanario cuenta con 68 metros de altura. Fue construido entre los siglos XII y XIII. La escalera se añadió en el siglo XV.

Iglesia Monolítica

Excavada en una misma piedra, esta es la Iglesia Monolítica más grande de toda Europa. Además, es la joya arquitectónica más importante de la ciudad.

A pesar de que su fachada puede resultar un poco austera o sencilla, con apenas tres ventanas góticas que dan hacia la calle, en su interior están las verdaderas bellezas. Destacamos las tres naves que la componen, con 20 metros de ancho y 38 metros de longitud.

Este templo fue excavado de arriba hacia abajo, entre los siglos XII y XV, con varios pilares de gran tamaño que sostienen la edificación. Con el paso del tiempo, ha sido necesario reforzarlos, por el peso que representa el campanario, que se encuentra justo encima.

Puedes conocerla mediante una visita guiada, que además te llevará hasta la cueva de Saint Emilion, lugar donde se retiró el monje y donde vivió 17 años.

Porte de la Cadene

Junto a la Casa de la Cadene, son el último edificio que mantiene el tradicional entramado de madera del pueblo. Su fachada data del siglo XVI, aunque sus cimientos son mucho más antiguos.

Se cree que el arco de la edificación sirvió como división para la época. La parte alta era para los nobles e influyentes, mientras que las bajas para los campesinos.

Cloitre des cordeliers

El Claustro de los Cordeliers se encuentra en la Rue de la Porte Brunet, se encuentra el Claustro de los Cordeliers. Es llamado de esa forma por la cuerda o cinturón que siempre llevaban atados a la cintura. Estos monjes llegaron a la localidad a principios del siglo XIII, siendo este el segundo monasterio que construyeron a finales del siglo XIV.

Estaba compuesto por el claustro, la iglesia, la bodega, el jardín, el patio y el edificio principal o administrativo.

Durante la Revolución Francesa, los religiosos fueron expulsados y el convento pasó a manos del estado en 1791. Justo aquí funciona uno de los restaurantes más famosos de Saint Emilion. Además, puedes conocer el interior de la edificación.

Salle des Dominicains

En Saint Emilion hay muchos edificios religiosos y el Salle des Dominicains es uno de ellos. Se trata de un antiguo convento jacobino, donde en la actualidad funciona una de las salas de exposición más famosas de la ciudad.

Destaca por sus techos altos, donde los arcos apuntados son protagonistas. Además, tiene una preciosa vidriera que le entrega una maravillosa iluminación natural.

Palais Cardinal

El Palais Cardinal es una de las ruinas más famosas y preciosas de Saint Emilion. Fue la residencia del Cardenal Gaillard de la Mothe, sobrino del arzobispo de Burdeos, Bertrand de Goth, quien con el tiempo se convirtió en el Papa Clemente V.

Fue construido en el siglo XII y aunque se encuentra en ruinas, aún pueden verse algunos detalles de estilo románico.

Viñedos

Los excursión entre viñedos deben ser una de las actividades obligatorias en esta y cualquier visita. Sobre todo, si los recorres en bici, una verdadera tradición en Saint Emilion.

En total, la localidad cuenta con un poco más de 5.400 hectáreas de viñedos, con 970 productores y cuatro denominaciones de origen. Esto te da una idea de lo que vas a encontrar.

Cómo llegar a Saint Emilion

Saint Emilion se encuentra en la región de Nouvelle Aquitaine, muy cerca de la preciosa Burdeos, pero también de Navarra y el País Vasco. Desde Burdeos son apenas 40 km de distancia, por lo que, si estás de paso por la zona, no puedes dejar de visitarla. Aquí predomina el paisaje natural, donde los viñedos siempre serán protagonistas.

¿Dónde dormir en Saint Emilion?

Las opciones para dormir, aunque pocas, no son precisamente malas. Aquí puedes elegir entre alojamientos para todos los gustos y presupuestos: Desde lujosas villas en las afueras o apartamentos en el centro un poco más sencillos.

En cuanto a hoteles y posadas, también hay alternativas, especialmente hacia la zona de los viñedos. Además de ser tranquilos, también son mucho más baratos.

Igualmente, al estar tan cerca de Burdeos, pasar el día en Saint Emilion y volver a dormir siempre será una buena opción.

¿Dónde comer en Saint Emilion?

Son muchas las opciones que podrás encontrar para comer, por supuesto siempre con la más impresionante selección de vino local. Además, los ingredientes de kilómetro cero y de temporada, son protagonistas.

La comida destaca por su toque casero y tradicional, con opciones para todos los gustos, incluyendo a quienes tienen regímenes especiales. Además, aquí se consiguen algunos de los mejores macarons franceses. De hecho, este es el dulce típico de la localidad. Aquí se ha mantenido la receta tradicional durante décadas, originaria de las monjas ursulinas. Es muy diferente a la de los colorines que se encuentran en otras partes de Francia.