Puente de Piedra, Burdeos
Entre todo el encanto que tiene Burdeos, sus puentes no pueden pasar por alto bajo ninguna excusa. Entre todos los que pueden disfrutarse, hay algunos que resultan más populares que otros, como es el caso del Puente de piedra de Burdeos. Esta es una parada obligatoria dentro de cualquier itinerario.
Indistintamente vengas a la ciudad por primera vez o ya conozcas la ciudad, este es un atractivo que te permite disfrutar de unas buenas vistas de la ciudad. Sin importar la hora del día, el paisaje es más que adecuado.
Historia del Puente de Pierre
En primer lugar, debes saber que el Puente de Pierre de Burdeos es el más antiguo de toda la ciudad. Su origen se remonta a principios del siglo XIX. Sí, se trata de una edificación tardía, sobre todo si tenemos presente que esta localidad construida tiene más de 2.000 años de historia.
Una explicación de esto sería, que, durante ese tiempo, la ciudad de Burdeos se desplazó hacia la orilla izquierda. Antes, no se intentó entonces cruzar el río, ya que una de las principales características del Garona es que es ancho y bastante turbulento. Esta pudo ser una razón para retrasar la edificación de un puente.
El puente de piedra en Burdeos fue encargado por el emperador Napoleón I. En su travesía hacia España para enfrentar la guerra, notó como su ejército se retrasó al tener que cruzar el afluente mediante un transbordador. El proyecto estuvo a cargo del arquitecto francés Claude Deschamps, quien lo destruyó con ladrillo y piedra para hacerlo mucho más ligero.
Las pilas de la construcción se apoyan en 220 pilotes en total. Están hechos de abeto hinchados y se encuentran a una profundidad de entre ocho y diez metros.
Fue terminado en 1821, aunque se abrió al tráfico en 1822, justo un año después de la muerte de Napoleón I. Tiene en total una longitud de 486 metros de largo. Sin lugar a dudas, la inauguración del puente de piedra permitió un mayor crecimiento y desarrollo comercial de Burdeos.
La construcción original contaba con dos edificios de Octroi en la parte de la entrada del puente. No obstante, fueron arrasados por el mismo río, por lo que, en las obras de ampliación realizadas en 1954, no fueron incluidos.
Hoy es un puente de peaje, por lo que los peatones deben pagar 5 céntimos, mientras que un caballo con su jinete debe pagar 35 céntimos.
Estilo del Puente de Piedra
Respecto al estilo arquitectónico del puente, siempre ha conservado el original. Consta de 17 arcos y este no es precisamente un número aleatorio. En realidad, son la cantidad de letras que existen en el nombre de Napoleón Bonaparte.
Esta construcción es hueca, con galerías adecuadas para su debido mantenimiento, además de dar paso a las redes.
Los pilares de ladrillo están decorados con un medallón blanco que sirve de homenaje al emperador. Podrás ver específicamente tres medias lunas que se encuentran entrelazadas y además representan el escudo de la ciudad.
En 2002 fue catalogado como Monumento Histórico de Francia. Está considerado como uno de los principales íconos de la ciudad de Burdeos.
Reformas en el puente
La carretera del puente de piedra Burdeos ha sido ampliada en varias oportunidades. En 1924, se modificó su anchura, pasando de 15 a 20 metros en total. Esta obra a su vez permitió crear cuatro carriles adicionales, además de aceras y canales para bicicletas.
Sin embargo, con el paso del tiempo, el tráfico ha ido disminuyendo. Tanto, que desde julio de 2018 fue cerrado para el paso vehicular. Únicamente está disponible para peatones, ciclistas y el transporte público de la ciudad (tranvía y autobuses).
En 2011, fueron instaladas columnas de iluminación que permitieron devolverle ese encanto original.
Cómo llegar al Puente de Piedra
Está situado en el Muelle Richelieu, en medio de la concurrida rue Sainte-Catherine. Esta es una de las más animadas para disfrutar de la vida nocturna de la ciudad.
Para llegar al puente de piedra Burdeos, puedes hacerlo andando desde el centro, que está relativamente cerca. También puedes tomar un autobús y bajarte en la parada de Quai Deschamps o Stalingrad, ambas a poca distancia del puente.
También están los tranvías. Casi todas sus rutas pasan por este magnífico monumento de Burdeos.
¿Qué ver cerca del Puente del Pierre?
Entre los lugares más interesantes para disfrutar en los alrededores del puente del Pierre, se encuentran:
- Porte de Bourgogne: Aquí puedes conocer una de las antiguas puertas de entrada de la ciudad de Burdeos.
- Blue Lion: Una estatua moderna que te dejará impresionado por su técnica y belleza tan original.
- Porte Cailhau: Construida en 1495, es otra de las puertas de entrada a Burdeos, de las más famosas y mejor conservadas.
Conocer El Puente de Piedra a través de un free Tour
Aunque Burdeos es una ciudad que merece la pena recorrer caminando y atravesando sus pintorescas calles, la opción de contar con free Tour siempre resultará conveniente. Además que te da la posibilidad de no gastar dinero, también te permite conocer a fondo detalles de esta maravillosa obra.