Burdeos en septiembre: un viaje a la belleza y la historia

Para las vacaciones no existe precisamente una temporada perfecta, simplemente se necesita tener ganas de una nueva aventura y empezar a planificar. Aunque durante cualquier época del año siempre va a resultar atractivo y encantador, conocer Burdeos en septiembre también tiene sus ventajas. 

Esta ciudad se encuentra en una de las zonas vinícolas más importantes del mundo, con una producción que se acerca a los 800 millones de botellas y miles de hectáreas de viñedos. Durante el mes de septiembre viven uno de sus momentos más importantes, la vendimia, por lo que es una maravillosa oportunidad para visitarla y conocerla,

Para una mejor experiencia, puedes optar por hacer un free tour por Burdeos donde te expliquen todo lo relacionado atento al vino como a la región.

¿Por qué deberías conocer Burdeos en septiembre?

Entre los muchos motivos que podemos darte para visitar Burdeos en septiembre, aquí te dejamos algunos de los más atractivos:

• Clima inmejorable: aún no llega el frío pero el calor empieza a descender, por lo que los días de septiembre suelen ser especialmente frescos en Burdeos, con temperaturas promedio a los 20º C. Podrás disfrutar de atracciones tanto al aire libre como bajo techo, sin ningún inconveniente.
• Baja afluencia de turistas: aunque es una ciudad que recibe visitantes durante todo el año, Burdeos en septiembre suele ser relativamente tranquila y con pocas aglomeraciones. Sobre todo, si lo comparamos con los dos meses previos.
• Rebajas: Hay cambio de temporada y muchas tiendas suelen aprovechar la oportunidad para lanzar algunas rebajas y ofertas. Podrás encontrar ropa y calzado a muy buenos precios.
• Alojamientos atractivos: igualmente, durante este mes puedes encontrar grandes ofertas en alojamiento y transporte. Muchos hoteles suelen incluso diseñar paquetes promocionales que resultan más que atractivos para una escapada.
• Vino, mucho vino: como ya te hemos adelantado, en esta zona se producen algunos de los mejores vinos del mundo. Además, septiembre es la época en la que las uvas de Cabernet Sauvignon están listas para ser recogidas.

Muchos o pocos días, siempre conviene

Indistintamente estés planificando un viaje largo o una escapada de pocos días, esta ciudad siempre te sorprenderá con maravillosos espacios para conocer y disfrutar, todos cargados de tradición y encanto. Aquí, te dejamos algunas recomendaciones de lugares que ver en Burdeos en 4 días:

Perderse en el caso histórico

Burdeos es conocida también como la Bella Durmiente debido a su arquitectura neoclásica y barroca que data del siglo XVIII. Fue restaurada y revitalizada en gran parte durante el siglo XIX. Esto quiere decir, que, aunque era muy bella, se encontraba “dormida” o en un estado de letargo antes de su renacimiento y restauración.

El casco histórico es el punto de partida perfecto para disfrutar de Burdeos en septiembre. De hecho, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. 

Aquí vas a poder disfrutar de edificaciones con cientos de años de antigüedad. Por ejemplo, la Plaza de la Bolsa, con su maravilloso espejo de agua; o la Puerta de Cailhau, cuyo origen se remonta al siglo XV, cuando formaba parte de la antigua muralla de la ciudad.

Muy cerca del ayuntamiento se encuentra la Catedral de San Andrés, uno de los monumentos de Burdeos de mayor relevancia a nivel religioso. Esta iglesia, tiene la particularidad de que su campanario, la Torre Pey Berland, está separado en una edificación aparte.

Sin duda, una de las mejores opciones es recorrer el centro histórico andando. Además, muchas de estas calles son de único acceso peatonal. No obstante, si prefieres venir en coche, saber donde puedes aparcar en Burdeos te hará las cosas mucho más fáciles.

Conocer el barrio de Saint Pierre

Tras cruzar la puerta de Cailhau, te encontrarás con el precioso e histórico barrio de Saint Pierre, uno de los más tradicionales de toda la ciudad.

Aquí podrás recorrer sus pintorescas y antiguas calles como la rue Fernand Philippart, hasta conectar con la rue Parlement, donde la iglesia de St. Pierre es la protagonista. Al visitarla, podrás conocer sus preciosas bóvedas y la Piedad de madera, que data del siglo XVII.

Esta zona además es famosa por su amplia oferta gastronómica. Encontrarás bares y restaurantes de todo tipo, desde los más tradicionales restaurantes baratos en Burdeos a los que apuestan por un estilo mucho más vanguardista.

Place des Quinconces

Muy cerca del Gran Teatro de Burdeos encontrarás la Place des Quinconces, también conocida como la Esplanade des Quinconces. Con una extensión de 126.000 m2, hace parte de las plazas más grandes de Europa. 

Cuenta con algunos de los monumentos más importantes de la ciudad, aunque es conocida principalmente por el de los Girondinos. Se trata de una imponente y preciosa fuente construida en 1901 en memoria de los habitantes de la provincia de Gironda que perdieron sus vidas durante la Revolución Francesa.

Escapada playera en septiembre

Puede que septiembre no sea especialmente conocido como las mejores fechas para ir a la playa. Por supuesto, un paseo por la arena en buena compañía, siempre viene bien, especialmente cuando aún las temperaturas se mantienen cálidas.  

Aunque la ciudad como tal no cuenta con playas propias, aquí te dejamos algunas recomendaciones sobre las 10 mejores playas cerca de Burdeos:

• Playa de Lacanau-Océan. Es de las más populares por los locales, especialmente para los amantes de los deportes acuáticos. De hecho, aquí se realizan importantes competiciones de talla internacional, incluyendo el surf. También es el lugar ideal para realizar tranquilos paseos o disfrutar de un picnic entre las dunas que aquí encontrarás.

• Playa de la Jetée. Está playa se encuentra en la ciudad de Andernos Les Bains, a unos 50 kilómetros de distancia desde Burdeos. Es ideal para disfrutar de un ambiente tranquilo y acogedor, rodeado de algunos museos y lugares de interés cultural.

Puente de Piedra

Burdeos es una ciudad que cuenta con una gran cantidad de puentes, todos con un encanto particular. El Puente de Piedra, también conocido como Pont de Pierre, tiene la particularidad de ser el más antiguo de la ciudad, pues sus orígenes se remontan a principios del siglo XIX.

Según la historia, fue mandado a construir por el mismísimo Napoleón I. Durante su viaje a España en la guerra, se percató de que el ejército tuvo un importante retraso al tener que cruzar el río Garona sobre un transbordador.

Fue entonces cuando encargó su construcción al arquitecto francés Claude Deschamps. El proyecto estuvo listo en 1822, aunque se abrió al público un año después. En 1954 fue ampliado, hasta alcanzar 486 metros de largo. Desde 2018 solamente está permitido el paso peatonal sobre la construcción.

Hacer parte de la vendimia

Por último, pero no menos importante, durante tu estancia en Burdeos en septiembre podrás hacer parte de la vendimia. Podrás hacer parte tanto de la recolección de uvas como de la elaboración de vino en algunas bodegas, que sin lugar a dudas representa una experiencia maravillosa.

Es importante que te asegures de hacer una reserva, pues no todas las bodegas aceptan participación externa en las vendimias y los cupos suelen agotarse pronto. Además, recuerda, que este evento dura apenas unas pocas semanas.